Española Savall
Reparación/acondicionamiento de una guitarra española marca SAVALL. Por el valor sentimental que tiene para su dueño se intentará dejarla a punto, aunque está bastante ajada y descuidada. Ya que no es una guitarra de gran calidad no merece la pena invertir demasiado en ella, y las reparaciones se limitarán a dejarla "tocable" y a recuperar algo de su vida anterior, mejorando lo posible.
En varias zonas de la tapa se aprecian rascaduras de la madera.
El clima alicantino y la falta de cuidados han hecho estragos en la madera... En los trastes se aprecian restos de barniz que habrá que apañar.
Al clavijero le faltan las cabezas de plástico de tres clavijas.
El aro tiene una gran raja debido a un golpe fuerte, que habrá que pegar adecuadamente.
Se observa alguna irregularidad en los acabados, como en la unión de los aros al zoque.
El fondo presenta una apertura del encolado, la madera se ha encogido por la sequedad y ha separado parte de la unión central. Habrá que rehidratar la madera para que recupere su forma original antes de poder pegar las piezas de nuevo.
Comienzo limpiando y puliendo los trastes, dejando el metal a la vista y recuperando brillo.
El golpeador está medio despegado, así que hay que soltarlo con cuidado para limpiarlo y volver a pergar.
Mientras tanto, se rehidrata la madera por fuera con aceite, y por dentro aumentando la humedad durante unos días. Un rollo de cinta y un calcetín (limpio) que iremos humedeciendo regularmente harán que la madera encogida vuelva a su lugar antes de poder pegar de nuevo las piezas separadas.
Se desmontan los clavijeros para instalar las nuevas cabezas de plástico y limpiar y engrasar los mecanismos.
Hay que calentar el eje metálico para poder clavarlo en la cabeza mientras está caliente, lo que funde la pieza dejándola en el sitio. Luego se quita la rebaba, se lija y se pule.
Relleno el hueco con el zoque con cola.
El golpeador, limpio de pegamento, se vuelve a pegar en la zona saneada, con algo de peso para mejorar el agarre.
Se reinstalan los clavijeros.
En varias zonas de la tapa se aprecian rascaduras de la madera.
El clima alicantino y la falta de cuidados han hecho estragos en la madera... En los trastes se aprecian restos de barniz que habrá que apañar.
Al clavijero le faltan las cabezas de plástico de tres clavijas.
El aro tiene una gran raja debido a un golpe fuerte, que habrá que pegar adecuadamente.
Se observa alguna irregularidad en los acabados, como en la unión de los aros al zoque.
El fondo presenta una apertura del encolado, la madera se ha encogido por la sequedad y ha separado parte de la unión central. Habrá que rehidratar la madera para que recupere su forma original antes de poder pegar las piezas de nuevo.
Comienzo limpiando y puliendo los trastes, dejando el metal a la vista y recuperando brillo.
El golpeador está medio despegado, así que hay que soltarlo con cuidado para limpiarlo y volver a pergar.
Mientras tanto, se rehidrata la madera por fuera con aceite, y por dentro aumentando la humedad durante unos días. Un rollo de cinta y un calcetín (limpio) que iremos humedeciendo regularmente harán que la madera encogida vuelva a su lugar antes de poder pegar de nuevo las piezas separadas.
Se desmontan los clavijeros para instalar las nuevas cabezas de plástico y limpiar y engrasar los mecanismos.
Hay que calentar el eje metálico para poder clavarlo en la cabeza mientras está caliente, lo que funde la pieza dejándola en el sitio. Luego se quita la rebaba, se lija y se pule.
Al cabo de unos días se continúa pegando el aro. Por suerte la raja era limpia y no faltaban trozos de madera, lo que facilita que la reparación quede mejor.

Relleno el hueco con el zoque con cola.
El golpeador, limpio de pegamento, se vuelve a pegar en la zona saneada, con algo de peso para mejorar el agarre.
Se reinstalan los clavijeros.
Y a falta de encordar, la guitarra recupera unos cuantos años de vida y la alegría de su dueño.