Morris PA-60 Guitarra Acústica
Hoy toca la reparación de esta guitarra acústica Morris PA60, al parecer fabricada en Corea en los ochenta y tenida en buena estima en general.
Cuenta con tapa de pícea, diapasón de palo rosa, el fondo curvado al estilo de las Ovation y pastilla en el puente con EQ de tres bandas. Suena brillante pero bastante equilibrada, con gran facilidad para los harmónicos y comodidad a la hora de pulsar, pero ha sufrido un problema debido a la tensión de la sexta cuerda o a algún golpe. La madera de la pala en esa zona se ha quebrado, estando casi a punto de separase por completo:

La grieta es tan profunda que con la simple manipulación el trozo acaba por separarse, sujeto tan solo por la capa de pintura superior:

Después de esperar al menos un par de días, más si es posible, la guitarra sería completamente funcional. Se aprecia como la pieza encaja perfectamente, pero ahora es necesario disimular el daño estético.

Empiezo delimitando la zona de la grieta para reducir el daño a la pintura y lijando el exceso de cola e igualando hasta que la irregularidad desaparece al tacto:

Se van aplicando capas finas de pintura que se dejan secar adecuadamente, hasta que poco a poco las líneas de unión van desapareciendo. Entre capas se vuelve a lijar suavemente para alisar las superficies, y al final se pule a conciencia. El resultado es bastante satisfactorio, y a simple vista la unión es casi imperceptible.
Con esta técnica se ha conseguido disimular casi a la perfectión el arreglo, sin tener que repintar todo el mástil y la pala y conservando el logo original.
Y la parte de atrás, igualmente pintada, barnizada y pulida, ha quedado casi como nueva.






He creado un marco que se puede instalar sobre el arpa de un piano de cola para conectar algunas cuerdas del mismo, mediante cuerdas de nylon de española. De esta manera, pulsando la cuerda de nylon que pasa por las clavijas, afinada con cada una de ellas en una escala concreta, se puede hacer vibrar las cuerdas del piano y aprovechar su caja de resonancia. El sonido que se crea es bastante vaporoso, similar al de una pequeña arpa, y se puede tocar con los dedos, puas o macillas, ampliando el rango tímbrico.
La verdad es que nos lo pasamos como chinos, y si os apetece ver este y otros desarrollos sonoros, como el uso de cintas de video para producir sonido haciendo que las cuerdas vibren a larga distancia, podéis hacerlo aquí:
Después de ajustar la altura de las cuerdas nuevas, la cejilla, el puente, el alma del mástil y alguna que otra cosilla más, el resultado es una guitarra que suena y se toca muy bien, y que ha ganado unos cuántos años más de vida loca.
¡Hasta luego!